Carrera realiza una serie de Asesorías en Diseño a Micro y Pequeñas Empresas de la región aportando conceptos de innovación para modernizar el negocio sin descuidar su esencia artesanal.
Matías Severín, alumno de último año en Ingeniería en Diseño de Productos (IDP) de la Universidad Santa María, trabajó durante un mes junto a Adriana Eberhard y Luis Valenzuela en el Taller “Patimi”, que desde hace varios años diseña y fabrica juguetes de madera buscando estimular habilidades motrices y perceptivas en niños pequeños, a través de innovaciones a cada uno de sus artículos para agregarles valor.
La práctica de Matías Severín fue parte de las Asesorías en Diseño realizadas por el Centro de Innovación en Productos (CI+P) ligado a la Unidad universitaria, que ha generado una base de datos de 111 microempresas con las cuales se ha comenzado un proceso de
inserción de capacidades en diseño y desarrollo de productos, a través de prácticas llevadas a cabo por alumnos de la carrera.
El Taller “Patimi” fue una oportunidad para el alumno a la hora de poner en práctica sus conocimientos y aportar con una solución a un problema identificado. “Entre las deficiencias detectadas por la asesoría realizada se encontraba el packaging de los productos, el cual poseía a veces incluso más valor que el artículo en sí mismo. Por lo tanto, el objetivo fue bajar el valor de la producción a través de los empaques, sin que perdieran su valor estético y funcional”, explica.
La experiencia le permitió reflexionar sobre las problemáticas que se generan en el proceso de fabricación cuando se trata de la artesanía, su vinculación con la innovación, el diseño y los negocios. “Creo que actualmente la artesanía no puede dejar de lado estos aspectos, no sólo en cuanto a la producción del mismo elemento, sino que en todo lo que envuelve al producto: en la exposición, en el
packaging, en los expositores, etc. Ya no se puede hacer vista gorda a los productos industriales que poseen un estilo y una forma de entrega”, opina el alumno de IDP.
Enfatiza que en Valparaíso la artesanía es un negocio. “Sin embargo, la producción es reducida, entonces la relación entre la creación y el creador es mucho más cercana que cuando se desarrolla una producción en masa. Por lo mismo, el quiebre entre lo artesanal y lo industrial no pasa sólo por vender el producto en un lugar turístico, sino que cuando cuesta reconocer que es un producto de manufactura propia”.
El alumno reflexiona que la idea es no quedarse solamente en la producción del objeto, sino que agrupar el diseño de una atmósfera que lo rodee, en un sistema de negocio que lo haga sustentable y en que se aprovechen los recursos disponibles en cuanto a tecnologías. “Creo que como esta carrera finalmente no es sólo diseño, sino que también tecnología y negocios, nuestro aporte va por otorgar una visión más amplia y moderna
a la actividad, sin que por eso pierda su propia esencia”, finaliza.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 22/06/2011
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