La baja composición calórica del aspartamo en relación con su dulzor, lo transforman en la mejor alternativa para reemplazar los edulcorantes usados tradicionalmente como el azúcar o la miel.
Por esta razón, se ha vuelto una recomendación esencial para quienes llevan dietas bajas en calorías.
El aspartamo es, en la actualidad, el edulcorante que más se utiliza en la industria de fabricación de alimentos.
Su uso, de hecho, no se limita a los llamados alimentos dietéticos, y a pesar de que ha tenido que superar diversos prejuicios respecto a su influencia en la salud, se ha demostrado con diferentes análisis científicos que su consumo es saludable dentro de una dieta variada.
Las autoridades competentes, recomiendan que el consumo diario no debe sobrepasar los 40 miligramos por kilo de peso, esta cantidad es, en realidad, bastante alta. De hecho, resultaría muy difícil que alguien pudiera alcanzar este consumo incluso intencionadamente; pues equivale a más de 70 dosis diarias.
Por tal razón, se trata de una barrera que en la práctica es muy difícil de rebasar. Aunque siempre es recomendable verificar los ingredientes de los alimentos que se consumen habitualmente.
El aspartamo se encuentra a través de diferentes nombres comerciales, y su venta está autorizada desde mediados de la década de 1990, aunque su historia se remonta hasta la década de 1960, en la que fue descubierto. Desde esa fecha hasta la actualidad, se acumulan las investigaciones que muestran que no causa ningún perjuicio para la salud humana y, por el contrario, se ha transformado en un aliado importante para el control de la obesidad y la salud alimentaria.
Fuente: VD / Valeska - 29/04/2013
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