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UTFSM | 2013

El invierno y el aumento de consumo de energía en los hogares chilenos

José De la Vega, docente de la carrera de Técnico Universitario en Electricidad de la Sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, habla del alza en el gasto de energía eléctrica durante el período de invierno y entrega consejos para ahorrar energía.

El invierno y el aumento de consumo de energía en los hogares chilenos
Comunicado de prensa

El invierno y el aumento de consumo de energía en los hogares chilenos

La llegada del invierno y las bajas temperaturas, acompañadas de lluvias genera la necesidad de calefaccionar los hogares. Frente a esto, se incrementa el uso de elementos de calefacción, ya sean electrodomésticos y artículos propios de calefacción como estufas, calientacamas, secadoras de ropa y de pelo. Aparatos que en suma, generan un aumento del gasto de energía eléctrica en el hogar.

Para José De la Vega, profesor de la carrera de Técnico Universitario en Electricidad de la Sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, una de las formas de controlar el consumo de energía eléctrica es sellar ajustes de ventanas, puertas y otros elementos constructivos de la vivienda que contribuyen al bajo rendimiento del sistema de calefacción que se tenga en la vivienda.

Otra de las razones a las que atribuye De la Vega este aumento de gasto energético es a los hábitos de vida de las personas, que “quieren generar condiciones ambientales de verano dentro de la casa estando en invierno”, hábito que a juicio del profesor es erróneo pues la temperatura óptima para el ser humano es entre 20 y 21 grados. El estar a temperaturas superiores a dichos valores y luego transitar a temperaturas inferiores saliendo al patio por ejemplo, puede generar problemas de salud como neuralgias, estados gripales, parálisis faciales, entre otras, sostiene el docente.

A este aumento de consumo de energía contribuye de manera sustancial la menor cantidad de horas de luz natural, lo que lleva a las familias a recogerse a una hora más temprana y por ende, la actividad familiar se desarrolla en torno al televisor, uso del computador y otros accesorios de consumo eléctrico. Otro factor que influye en esta alza, es sin duda el tipo de artefacto que se usa para la calefacción. Al respecto De la Vega sostiene que “hay artefactos de muy buen rendimiento y bajo consumo que generan un ambiente agradable dentro de la casa, pero la idea no es generar un ambiente de verano”.

Otra de las situaciones que se generan en esta época es el corte de la energía eléctrica en el hogar producto de la operación o funcionamiento de los elementos de protección de los cuales dispone la instalación eléctrica. Lo anterior obedece a que a veces se usa en forma simultánea el hervidor eléctrico, el microondas, el secador de ropa y en algunos casos el secador de pelo, aparatos que al sumar sus consumos en forma simultánea sobrepasan la capacidad de las protecciones eléctricas por sobrecarga. Lo anterior se puede evitar usando los artefactos considerando el consumo de cada uno, de tal manera de no sobrepasar la capacidad de las protecciones.

A esto añade el profesor, la importancia de fijarse en el etiquetado energético de los electrodomésticos, ya que esto permite identificar la eficiencia que tiene el artefacto eléctricamente en función de la energía que consume. “Si se compra un artefacto clase A es más caro, pero a su vez produce economía en el consumo de energía en el transcurso del tiempo que se esté utilizando”, afirma.

Con respecto a las formas de ahorrar en el consumo de energía, el docente USM recomienda “no mantener recintos alumbrados si no hay necesidad; no mantener las estufas encendidas durante toda la noche, empleando aquellas que están provistas de programadores; encender el calientacamas aproximadamente una media hora antes de acostarse y posteriormente apagarlo una vez acostados; así como cerrar puertas y ventanas durante la tarde antes de que comiencen las bajas de temperaturas”. A esto agrega la importancia de evitar el “consumo vampiro”, gasto energético que producen prácticamente todos los electrodomésticos y artículos como televisores, cargadores de celulares, decodificadores de televisión, equipos de música y DVD, que aun estando apagados consumen energía eléctrica mientras permanecen conectados a la red. Este consumo, puede reportar también un importante gasto en el hogar.

Finalmente, José De la Vega, sostiene que muchas veces este aumento del gasto energético durante el invierno sucede por hábitos de vida de las personas, más que por necesidades de calefacción, pues como afirma “en esta zona las temperaturas no son tan bajas como para decir: prendamos toda la calefacción, porque nos estamos muriendo de frío”, concluye.


Fuente: UTFSM / Universidad Técnica Federico Santa María - 10/07/2013


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