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UTFSM | 2014

Diplomado en Innovación y Emprendimiento aborda vinculación con lo social

Programa impartido en la sede Concepción de la Universidad Santa María tuvo como expositores al Dr. Mark Anderson, Jefe de Programas Internacionales de la Universidad de Glasgow Caledonia, Escocia y al profesor Lautaro Guerra, del departamento de Informática USM.

Diplomado en Innovación y Emprendimiento aborda vinculación con lo social
Comunicado de prensa

Diplomado en Innovación y Emprendimiento aborda vinculación con lo social

Bastante se ha hablado de la “triple hélice”, como una relación de cooperación entre el gobierno, las empresas y las universidades para el desarrollo de la innovación. Sin embargo, es necesario siempre una sinergia completa y, además, considerar que esta innovación puede ser también de tipo social.

Este fue uno de los temas abordados en la última clase efectuada del “Diplomado en Innovación y Emprendimiento”, que realiza la Universidad Técnica Federico Santa María en su Sede Concepción, iniciado en mayo y que concluirá en diciembre. Esta iniciativa también se ha desarrollado exitosamente en Magallanes y Valdivia.

Lautaro Guerra, académico del Departamento de Informática de la Universidad, Director del Centro de Modelado y Simulación de Procesos Mineros de la USM y Director Académico del Diplomado, indicó que en las versiones del programa efectuado en otras zonas del país, efectivamente ha sido destacada la motivación de los participantes.

“Nuestra experiencia es que la gente se motiva mucho. Logramos establecer y darles la semilla del interés por hacer algo ellos mismos, que sea propio, atreverse”, explicó, agregando que como consecuencia los estudiantes logran formar una red con intereses comunes, vinculándose también a los docentes, contando con el respaldo de la Universidad y teniendo como resultado la concreción de sus emprendimientos y el éxito de ellos.

La jornada pasada del Diplomado fue el “Taller de interconexión y transferencia tecnológica”, efectuada por Guerra y por Mark Anderson, Jefe de Programas Internacionales de la Universidad de Glasgow Caledonia, Escocia.

En la ocasión uno de los temas abordados fue cómo funcionan las redes internacionales y la “triple hélice”. “Cuando esto funciona, estos tres organismos están entrelazados y son realmente algo interesante; pero si usted no lo potencia, si una universidad se queda encerrada en su intelecto y en su conocimiento; o si el gobierno no es capaz de mover, impulsar, relacionar y entrelazar, entonces no se produce este crecimiento”, explicó el académico.

Para Anderson, al hablar de la “triple hélice” en los últimos 20 años se ha comentado mucho de la teoría, pero en la práctica no se presenta de igual modo, aun cuando en Europa se ha invertido en fomentar estas relaciones. “Yo creo que el problema es que, primero, el contexto es todo y cada institución tiene su propia realidad. Es decir que todas las universidades tienen una comprensión de qué es la innovación, que es distinto a como lo ve una empresa. La universidad creo que lo ve como la explotación de sus conocimientos, da valor a sus conocimientos, mientras que la innovación para una empresa es algo diferente, tiene una meta distinta. Pero también las universidades son muy diferentes entre sí; hay unas muy activas en la parte investigación, hay otras que están muy activas en la parte emprendimiento y otras que tienen otro enfoque”, describió.

Lo anterior implica que “es muy importante, si estás trabajando en ese mundo, entender muy bien dónde estás tú y dónde está tu entorno para saber cómo aprovechar esa relación. El problema de la teoría es que habla, por ejemplo, mucho de patentes, de medir innovación a través de la cantidad de patentes que tienes y eso sí vale en un contexto de Silicon Valley, en sitios donde hay mucha tecnología y tecnología que se puede comercializar; pero hay otras regiones, otras universidades que no trabajan en el mundo de las patentes, trabajan otro tipo de innovación”. Eso sucede, por ejemplo, en la universidad donde trabaja, abocada a desarrollar la innovación social. “En ese sentido, los conocimientos que estamos generando no van hacia la comercialización de productos, sino a beneficios sociales”, explicó.

Lautaro Guerra ahondó en estos conceptos, indicando que tanto la innovación como el emprendimiento social, “apuntan a generar empresas sin fines de lucro, que sean un aporte real a una región o a un grupo humano”. Al respecto, Anderson señaló que en estas iniciativas se trabaja directamente con la comunidad, ya que son ellos quienes tienen un conocimiento más acabado de sus necesidades y las universidades cumplen el rol de transferir conocimiento y medir los resultados.

“Las comunidades saben mucho mejor cómo realmente desarrollar sus iniciativas a nivel local más que a nivel nacional. Entonces, en vez de tener una dinámica del gobierno, que intenta imponer una iniciativa a nivel local, la comunidad misma crea, genera su propia iniciativa y en ese sentido la universidad tiene un papel muy interesante, porque entremedio del gobierno y las comunidades pueden dar una medición realmente de si una iniciativa es efectiva o no se puede medir de una manera rigurosa”, mencionó.

Enfático fue en señalar que esto no debe confundirse con altruismo. “Realmente no estamos hablando de cómo ayudar a la gente, sino se crean sistemas que sean sostenibles, que puedan crecer, que se puedan transferir a otras comunidades”, afirmó.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 12/09/2014


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