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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2012

Delegación USM participa en exitoso primer vuelo con biocombustible

Osvaldo Sarabia, Director de la Academia de Ciencias Aeronáuticas (ACA), y el Dr. Francisco Cereceda, Director del Centro de Tecnología Ambientales (CETAM), fueron invitados a la delegación que voló entre Santiago y Concepción utilizando combustible derivado del aceite de cocina usado.

Delegación USM participa en exitoso primer vuelo con biocombustible
Comunicado de prensa

Delegación USM participa en exitoso primer vuelo con biocombustible

Un verdadero hito en la aeronavegación nacional se concretó el pasado miércoles 7 de marzo, cuando despegó el primer vuelo comercial con biocombustible de Sudamérica. El viaje, que tuvo como itinerario las ciudades de Santiago y Concepción, fue fruto de una alianza entre LAN y Copec, avizorando las exigencias que impondrá la industria aeronáutica al 2015. Estas implicarán que el 1% del combustible usado por las compañías aéreas deberá ser biocombustible, porcentaje que se incrementará a 5% para el 2020.

La comitiva del vuelo contó con la presencia de

parlamentarios, empresarios y representantes del mundo universitario, incluyendo al Director de la Academia de Ciencias Aeronáuticas (ACA), Osvaldo Sarabia, y al Dr. Francisco Cereceda, académico del Departamento de Química y Director del Centro de Tecnología Ambientales (CETAM), ambos de la Universidad Técnica Federico Santa María. Todos ellos, junto a la prensa, asistieron a un evento en la ciudad penquista, encabezado por el Presidente del Senado, Guido Girardi y la Ministra del Medio Ambiente, María José Benítez.

Los biocombustibles utilizados en este tipo de vuelos pueden ser obtenidos de plantas tales como algas, jatropha, halófitos y camelina, o residuos orgánicos como los aceites vegetales, que pueden ser procesados, quemarse directamente o ser convertidos a través de procesos químicos para hacer un combustible de alta calidad. Es decir, incluso el aceite de cocina ya utilizado sirve como materia prima. ¿Lo importante? Cumplen con los estrictos estándares técnicos requeridos para volar, y

tienen las mismas características que el combustible regularmente utilizado en los vuelos, reduciendo hasta en un 80% las emisiones de CO2 y disminuyendo el efecto invernadero.

Osvaldo Sarabia manifestó que “este es un hecho histórico en que dos empresas estratégicas chilenas LAN y Copec, se unen para permitir un vuelo con biocombustible. Este es el primero con pasajeros, lo que nos indica que en la región ya hemos pasado la etapa de los vuelos de prueba a este otro estado del arte”.

“Lo que viene por delante es seguir investigando para llegar a obtener un biocombustible que, por una parte, no compita con la capacidad de producir alimentos y por otra, se produzca a precios competitivos. Lo que se pretende lograr, es menor contaminación al no quemar combustibles fósiles al mismo tiempo que se usa un recurso renovable”, destacó.

“Para la Academia de Ciencias Aeronáuticas es un tema relevante y por ello fue importante participar de este vuelo, ya que queda mucho por hacer, por descubrir,

por investigar en esta área y esto se transforma en un desafío que pretendemos enfrentar complementando nuestras capacidades con otras que están presentes en la Universidad”.

Por su parte, el Dr. Francisco Cereceda destacó que empresas chilenas como la asociación de LAN y Copec estén en la senda de trabajar en pos de mejorar el medioambiente y disminuir su huella de carbono, “en especial ahora que estamos en la OECD que nos exige como país hacernos cargo, entre otras cosas, del impacto ambiental que generamos, donde el tema del cambio climático y los gases de efecto invernadero (GEI) son uno de sus puntos centrales; sobre todo considerando que el transporte, en la mayoría de los países, es una de las fuentes que mayor contribuyen a los GEI”.

El experto USM mencionó que “el tipo de biocombustibles utilizado en este vuelo fue de un 45% de biodiesel en mezcla con combustible fósil tradicional de jet. El biodiesel usado provenía del reciclado de aceites vegetales usados, el cual fue comprado en

Holanda, refinado y certificado en USA, para que cumpla con los altos estándares de los combustibles de aviación. En términos de vuelo y desde la sensación del pasajero, obviamente no se diferencia en absoluto respecto de un vuelo con combustibles fósiles tradicionales, sin embargo el gran plus es la disminución importante de GEI”.

Cereceda destacó que “en el futuro la aviación comercial usará cada vez más este tipo de alternativas para disminuir su impacto ambiental, como las actuales rutas verdes ya en uso. Esta nueva forma de desplazarse en el espacio aéreo, está orientada por información satelital como sistemas de GPS, parámetros meteorológicos y ambientales, con la finalidad de encontrar la ruta más corta y de menor gasto de combustible entre un lugar u otro y no con rutas pre-establecidas como era antiguamente”.

El académico señaló que en la USM “también se están realizando investigaciones en el área de los biocombustibles, donde destaca el proyecto Fondef D09-I-1070, “que pretende

determinar desde el punto de vista medioambiental qué va a pasar con el problema de las emisiones de especies contaminantes (CO, CO2, NOx, SOx, HAPs, COVs, PM10, PM2,5, distribución y tamaño de partículas, entre otros) y la eficiencia energética asociada al uso de los biocombustibles, utilizando motores de combustión interna (vehículos), calderas industriales y cámaras de combustión controladas. En este proyecto se estudiarán biocombustibles de distinto origen, como biodiesel de: micro y macro algas, residuos forestales, aceites usados, oleaginosas (no competitivas) y bioetanol”.

“Los biocombustibles (biodiesel y bioetanol) serán mezclados en distintas proporciones con combustibles fósiles tradicionales (diesel y gasolina) para obtener los respectivos factores de emisión, respondiendo si al ocupar un biodiesel en iguales condiciones, mismo motor o calderas e igual porcentaje de mezcla, resultan de la combustión los mismos contaminantes independientemente de su origen o por el contrario su origen

determinará la huella dactilar del biocombustible”.

Cabe destacar que sería la primera vez que se miden en Chile y con tecnología desarrollada por la USM (patentes de CETAM), los factores de emisión bajo condiciones de operación y combustibles locales, lo que permitirá elaborar inventarios de emisiones más ajustados a la realidad nacional, reproducibles y confiables, permitiendo tomar de esta forma medidas más costo-efectivas para disminuir los problemas de contaminación de las grandes urbes como Santiago, por ejemplo. La Universidad Técnica Federico Santa María se adjudicó este proyecto FONDEF-CONICYT como Institución Beneficiaria Principal, y la Universidad Católica de Temuco (UCT) como Institución Beneficiaria Asociada. El mandante es el Ministerio de Medio Ambiente, y como auspiciador participa el Ministerio de Energía y la Empresa Nacional de Petróleo.

El equipo del proyecto liderado por el Dr. Cereceda, cuenta con la participación del Dr. Mario Toledo, del Departamento de Ingeniería

Mecánica y el profesor Roberto Leiva, del Departamento de Mecánica de la Sede de Viña. De la UCT participa el Dr. Luis Díaz y su equipo de la Unidad de Calidad del Aire, a cargo del área de modelamiento. Como colaboradores externos participa el Departamento de Industrias de la Universidad de Castilla y la Mancha, España; el Desert Research Institute, Nevada, EE.UU y la Dra. Barbara Zielinska del mismo instituto como consultora externa; la empresa nacional FAME y dos Consorcios de Biocombustibles, agregó Cereceda.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 12/03/2012


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