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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2015

Connotado experto en aprendizaje activo en Física regresa a la USM para dictar clases y talleres

Con 30 años de experiencia en el tema, David Sokoloff es una eminencia en el campo y volvió al Plantel por segunda vez, para capacitar a los profesores y orientarlos en el complejo proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula.

Connotado experto en aprendizaje activo en Física regresa a la USM para dictar clases y talleres
Comunicado de prensa

Connotado experto en aprendizaje activo en Física regresa a la USM para dictar clases y talleres

David Sokoloff visitó la Universidad Santa María en 2013 y, en esa ocasión, capacitó a 24 profesores del Plantel en el ámbito que más conoce: el aprendizaje activo en Física. La experiencia resultó altamente satisfactoria, y el momento de repetirla llegó recientemente, cuando el reputado académico de la Universidad de Oregon (EE.UU.) regresó a la USM en una breve y prolífica estadía.

Con una experiencia de tres décadas en el tema, el experto dictó en esta nueva visita –realizada con financiamiento del proyecto MECESUP FSM-1303–, el workshop “Active Learning in Lab and Lecture with Microcomputer-Based Tools”, además de efectuar una clase magistral, todo enmarcado en el ciclo de capacitaciones que viene desarrollando el Centro de Innovación para la Calidad Educativa (CICE) de la USM, el cual tuvo su broche de oro con estas actividades.

El reconocido científico, expresidente de la Asociación Estadounidense de Profesores de Física, ha creado en su dilatada trayectoria dos modalidades de enseñanza: “Física en tiempo real”, pensada para ser implementada en laboratorios, y “Clases demostrativas interactivas”, que puede ser desarrollada en la propia sala de clases.

Cuestión de compromiso

Consultado respecto a cómo lograr un mejor y más activo aprendizaje de los alumnos, David Sokoloff sostuvo que hay varias ideas. Pero lo principal, es conseguir que los estudiantes estén comprometidos con el proceso.

De acuerdo al connotado académico, ya hay un convencimiento generalizado de que las clases de Física no tienen que basarse en la enseñanza de conceptos. “Los jóvenes hicieron muchos experimentos cuando niños, desde andar en bicicleta hasta simplemente caminar. Y debido a eso, vienen a clases con muchas ideas respecto a la Física, las cuales a menudo no describen adecuadamente lo que deben aprender. La evidencia indica que cuando solo ven conceptos o leen el libro con la materia, cuando terminan el ramo tienen las mismas ideas que al comienzo”, advierte.

Los estudiosos del tema descubrieron no solo que los alumnos no entendían lo que estudiaban en Física, sino que podían resolver problemas por simple método y repetición. Por eso, entre las innovaciones el concepto de Aula Invertida (Flipped Classroom) es uno de los que más ha ganado terreno, reemplazando la repetición de contenidos que aparecen en el libro por parte del profesor.

“Es muy ineficiente y un poco torpe hacerlo de esa forma”, criticó. “Así que mucha gente ahora en EE.UU. está utilizando esta otra metodología, donde el alumno lee el material, luego en clase da un quiz –donde pueden utilizarse tecleras, por ejemplo– y de acuerdo a los resultados de ese test, vemos si han hecho el trabajo o no han entendido, y enfocamos la clase en las cosas que no saben, en lugar de las que sí manejan”.

La clase se convierte entonces, en un espacio de discusión, apoyado por planteamiento de situaciones hipotéticas, o lo que es más entretenido para los alumnos, demostraciones empíricas.

A hacer predicciones

Hacer estos experimentos en clase trae aparejada otra de las conclusiones generalizadas: estos tienen que ser precedidos por una predicción de los estudiantes, y luego una discusión también previa a la demostración. “Hacer predicciones y ver que no son correctas acarrea lo que en psicología se conoce como disequilibrium: se produce un conflicto interno y entonces los alumnos quieren saber por qué estaban equivocados en lo que predijeron”, explicó, añadiendo que la propia discusión también puede generar cambios en los puntos de vista.

La tecnología es también un gran apoyo, pero no esencial. “Cuando a fines de los ’80 salieron sensores computacionales de bajo costo, que podían hacer mediciones en Física, e hicimos talleres con profesores, ellos se entusiasmaban mucho, pero al volver a sus aulas, seguían haciendo los mismos experimentos: lo único que cambiaba era que ahora medían por computador”, relató. “Entonces, para hacer aprendizaje activo, la tecnología no es un requisito obligatorio; se pueden hacer muchos experimentos simples, con lo que está a la mano, y tener los mismos resultados, porque lo esencial es la estrategia de enseñanza, no los medios para llevarla a cabo”.

Además del workshop, David Sokoloff realizó en la USM una clase magistral, centrada en trucos de magia y manejo de luces. “La luz es muy práctica para hacer aprendizaje activo, porque se pueden hacer muchas cosas con ella, y sin mayor costo”, reafirmó, contando que es parte de un proyecto de la UNESCO (“Active learning in optics and photonics”), que lleva a países en vías de desarrollo este tipo de metodologías, con las cuales los profesores no necesitan realizar grandes gastos.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 21/04/2015


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